Las pantallas LCD, actualmente, representan menos del 80% de las ventas de los negocios de Digital Signages. Sin embargo, el futuro de la industria se verá beneficiado al incluir la resolución de los LED y al conocer los deseos de los consumidores.
Las pantallas individuales LCD o las emergentes OLED gozan de un gran impulso y crecimiento en el mercado, ya que el rendimiento del vídeo es estelar al contar con una limitación de brillo de 500 nits que supera a las retroiluminación mejoradas. En definitiva, cuando se necesita un solo panel para una aplicación de cartelería digital, la pantalla LCD es la solución preferida.
Una pantalla LCD estándar soporta un tamaño de píxel equivalente de 0,7 milímetros. UHD o pantallas 4K , que rara vez se utilizan para digital signages pero que son muy comercializados como televisores hogareños, poseen píxeles de 0,35 milímetros. En tanto, el factor de relleno de los LCD es mayor que la de los paneles modulares o de baldosas LED.
Aunque si se quiere utilizar pantallas individuales para conseguir superficies de más de un metro cuadrado, existen líneas (de 0,9 milímetros) que pueden opacar la experiencia de visualización.
En cuanto a la resolución, existe una creencia falsa de que la solución para que las pantallas LED compitan con las LCD es una mejora en los píxeles, ya que la densidad de píxeles es sólo uno de tres factores que elevarían la demanda de LEDs; en segundo lugar se encuentra la eficacia (medida en watts por metro cuadrado) de nits para la visualización, la cual debe poder compararse o mejorar a las de la pantalla LCD.
Hoy, los líderes de la industria todavía tienen el desafío de obtener una mejor eficiencia sin un aumento excesivo de energía; es por esto que el reto de la industria será mantener la eficacia por encima del 3-cd / W y mejorar la densidad de los píxeles de 2,5 milímetros a 1,25 milímetros.
El tercero es el rendimiento visual de la pantalla LED, la comunicación digital ha construido sus aplicaciones principales en grandes pantallas brillantes y de alta calidad de color, olvidando la calidad de vídeo. Sin embargo, el mundo cambió y los espectadores actuales esperan una calidad de imagen LCD (o OLED) en una fina pantalla LED.
Los colores deben ser “BC2020” o “REC709”, sino la pantalla será inaceptable para el cliente crítico o para el creador de contenido. Y la mejora en las velocidades de fotogramas en el vídeo es crítica, ya que en los LED son 10 veces mayores que en la de un vídeo normal.
La escala de grises es un punto crítico tanto en imágenes brillantes como en oscuras. Esta escala se crea en base un "time-on" de enfoque en los LEDs, el cual aprovecha la capacidad del ojo y la integración de este la luz ambiente para poder ver, exactamente, cuál es la más alta y más baja luminosidad.
Esta metodología digital precisa un "on-off" que permita una calibración exacta durante su primera puesta en marcha, siendo un ítem importante para la percepción de las imágenes naturales. Establecer los colores RBG exactos permitirán mejores colores al momento de reproducir y presentar los contenidos en la pantalla.
El control preciso de brillo hará que los sistemas puedan replicar a la perfección aquello que existe en la vida real. Sin embargo, los datos de vídeo, los componentes electrónicos y los LED debe diseñarse cuidadosamente para obtener esta clase de imágenes. La coherencia en el contenido es crítica y el balance de color de RGB debe ser perfecto para evitar "el color de los blancos y negros" en la profundidad de bits más baja o las "líneas de caricatura" en las imágenes reales.
El video debe esforzarse para coincidir con el LCD en la recreación de imágenes reales, y la uniformidad del sistema es fundamental para que los LEDs coincidan con la realidad.
Otro punto es conseguir un alto rango dinámico, el cual permite una mejora en la calidad de imagen. Estudios recientes demostraron que este rango tiene, por lo general, tres órdenes de magnitud para que los humanos vean similitudes con la vida real.
Por ejemplo, el centelleo de sol en la arena o las reflexiones de una ventana requieren de casi seis órdenes de magnitud para satisfacer a los espectadores.
La naturaleza competitiva de esta industria se puede ver en su mentalidad de "vaso medio lleno" y por eso se impulsan nuevos desarrollos y avances tecnológicos que mejoren la señalización digita
En resumen, satisfacer los requerimientos y capacidades de calidad de imagen, eficacia y montaje abrirá el mercado futuro a los LCD. Además, el crecimiento del mercado también se acelerará a medida que el rendimiento mejora. En tanto, los LED se centrarán en el tamaño de píxel, la eficacia y el rendimiento visual, que será verdadera innovación.